Por: Laura Almeciga Avellaneda
Se que a medida del tiempo no hemos sido buenos amigos porque siendo sincera, soy una persona que tiene dificultad para decirte en voz alta y a veces recibirse con agrado. Sin embargo y aunque suene algo loco, he decidido escribirte una carta, para demostrarte que más allá de ser una palabra afirmativa, eres una espada en el camino de la vida por la que quiero luchar.
Recuerdo cuando te escuché de pequeña al no poder tener alguno de esos artefactos de los que me antojaba cuando iba por la calle con mi mamá, cuando no podía ver mi programa de patito feo en las mañanas porque tenía que prestarle el televisor a mi abuela para que ella viera Caracol TV. Luego en mi preadolescencia, cuando a pesar de no querer que me salieran esos granitos, mi cuerpo se negaba ante mi deseo y me daba tres inesperadamente. Después en mi adolescencia cuando intente arriesgarme al amor, pero el universo y la vida me dieron (metafóricamente hablando ), un “no” como una patada en la cara, cuando “no” pase a la universidad nacional e incluso actualmente con mis 18 años, cuando no logró vender algo de mi emprendimiento de medias personalizadas , o cuando “no” hago algo bien en mi trabajo en la tienda de peluches los fines de semana y también cuando al ir a estudiar presencialmente a Bogotá , el trancón de las 5:00 am le decía “no” a la puntualidad de mi horario estudiantil frente a frente.
Pero más allá de haber sido un compañero de vida que en el presente de ese momento, me causará lo que yo supuse que era dolor o malestar, debo confesarte que también te has convertido en la razón por la cual sonrió y me muero de risa cada vez que hablo de mi pasado, de las personas que se fueron o de las nuevas que llegaron, de mi familia o de mí misma, y Aunque admito que no ha sido fácil llegar hasta este punto, porque, a pesar de que me tome con gracia el tono de tu nombre, cada vez que lo escucho, me cuesta decirle tú nombre a otras personas y aprender que “No” tienes nada de malo y que, de en muchas ocasiones, permitirte salir de mi boca, me evitará grandes malestares, pérdidas de tiempo, de sentimientos, personas e incluso dinero.
Con el paso del tiempo te has convertido en ese ser que apareció en las votaciones del plebiscito en Colombia, siendo la respuesta a favor de los opositores a la paz, hasta esas veces en las que, gracias a estar en la voz de alguien, salvaste a esa persona y a miles en el mundo de “no” caer en varios errores de los cuales, si no te hubieran dicho estarían profundamente arrepentidos, como por ejemplo: la decisión de no querer consumir drogas, de no querer tener relaciones sexuales sin ninguna protección y/o de no querer perder el tiempo con malas personas que ya no les aportaban nada a su vida.
También eres un gran amigo de aventuras, porque, aunque suene algo irresponsable: si le hubiera dicho “si” a hacer las tareas de matemáticas justo a tiempo, a tomar mis decisiones personales teniendo en cuenta sólo la opinión de la mayoría y no mi criterio propio, a disfrazarme de princesa cuando en realidad quería ser la tigresa de kun fu panda o a las dietas del doctor, quizá no tendría las maravillosas anécdotas que vivimos juntos con tan solo nombrar dos letras desde un principio: “N-O”.
Pero como en las buenas amistades no todo se debe aplaudir sino que, por el contrario, si se trata de una relación verdadera, un poco de sinceridad no le hace daño a nadie, a veces escucharte de otras personas, me hace un poco de daño porque me duele en el ego y es ahí en dónde no me debo dejar vencer y creo que en general, nadie debería hacerlo.
Una de las formas en las que supe tu valor, fue cuando apareciste en uno de mis cuentos favoritos que se llama “el viaje de las muñecas” escrito por Franz Kafka, el escritor un año antes de morir, tuvo que cumplir la función de caminar por los parques de Berlín, como receta de su Doctor. Sin embargo, en una de esos recorridos se encontró a una niña que estaba desconsolada porque había perdido a su muñeca, se acercó a ella, le preguntó sobre su situación y de acuerdo a eso, se hizo pasar como “el cartero”, que tenía como trabajo entregar las cartas que le escribían las muñecas a sus dueñas, cada vez que llegaba su turno de partida. Razón por la cual, el escritor se dedicó a darle las cartas a la niña cada semana durante casi un año.
De hecho, en una de esos escritos,” la muñeca” le explicaba a su dueña que llegaba un punto, en el que debía irse a una especie se tour, en el que vse iban de safari por África y otros lugares del.mundo.
A pesar de que al siguiente año Kafka se murió y en la última carta, la muñeca se enamoró del guía turístico y se casó con él, mucho tiempo después en una casa de Alemania, una anciana se encontraba haciendo aseo general y en un rincón de su sala vio una muñeca que tenía un roto en su codo, en el que había un papel que decía: “Todo lo que ames, es muy probable que lo pierdas. Pero al final el amor siempre regresa, solo que de manera diferente”.
Considero que adoro esta obra literaria porque más allá de ser reconocida, se ha convertido en esa historia a la cual recurro cuando algo con lo estaba totalmente ilusionada no me sale como yo lo esperaba. Sin embargo, debo confesar que hay una gran relación entre esta historia y tú porque si desde el principio tanto Kafka como la niña no se hubieran acercado o la muñeca se hubiera negado a entrar al tour que le correspondía por estar apegada al estilo que tenía en aquel entonces con la comodidad Europea, nunca se habría enamorado y conocido el mundo, y lo digo porque a veces me pasa ,en muchas ocasiones por evitar decirte, me niego a cosas nuevas por pensar que él sí, es mucho mejor respuesta que tú, negándome a la posibilidad, de fortalecer mi carácter y mi libertad.
En el caso del “sí”, confieso que es una palabra agradable porque en el momento en que la experimentas, genera una sensación de orgullo en ti, de placer y hasta de benevolencia. Pero también y solo si la miras muy a fondo, puede ser tú peor enemiga porque a pesar de ser la respuesta que la mayoría de nosotros queremos oír ,es una de las palabras de las que se aprovechan los políticos para manipularnos y a los empresarios para vendernos,también es importante saber establecer límites tanto en el “si “ como en el “no”, espero que de hoy en adelante, té disfrute con más ansias y te conviertas en mi amante y amigo.
Atentamente: tú eterna admiradora
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