Por: Laura Almeciga Avellaneda
Luego de haber analizado las películas y los libros que vi de niña, en los que el papel de “villana” en la mayoría de casos se le asignaba a las brujas, me pregunté: ¿será qué ellas existieron? y si fue así, ¿fueron tan malas como nos lo han hecho creer? Razón por la cual investigué y me di cuenta de que sí fueron reales y aún existen, sólo que se han transformado de una manera diferente.
Todo se remonta a la época de la Inquisición, cuando las brujas se reunían en aquelarres, los cuales consistían en un conjunto de mujeres que se transmitían entre ellas conocimientos sobre medicina ancestral, gastronomía, arte, plantas, política, filosofía y espiritualidad. Estas mujeres fueron víctimas de la influencia que tuvo sobre los monjes un manual que enseñaba a detectar “brujas”, matarlas y promover la misoginia en la sociedad a través de la imposición del cristianismo, el nombre de este manual fue Malleus Maleficarum o El martillo de las brujas. Sin embargo, dicho manual, no sólo ayudó a asesinar a miles de brujas, sino que también, años después, fue la inspiración de muchas obras reconocidas en la industria audiovisual y literaria que, generación tras generación, en vez de enseñar los maravillosos conocimientos que dejaron ellas, ayudaron a fortalecer el patriarcado, dejando a las mujeres que no encajaban en el sistema de vida impuesto por el cristianismo como las villanas de la historia, fortaleciendo el miedo a las Mujeres sin Miedo, que son libres, que vuelan alto, que se cuestionan y que, ante todo, siempre eligen ser ellas mismas.
Un ejemplo de esto es la historia de la bruja del cuento Blancanieves y los siete enanitos, que está inspirada en la tentación que le puso la serpiente del Génesis (primer libro de la Biblia) a Eva (primera mujer de la historia), dándole a probar el “fruto prohibido”, y por ende la experiencia de ser expulsada del Paraíso, condenando a la humanidad al “pecado eterno”. Solo que, en el cuento, el “fruto prohibido” es simbolizado como una manzana envenenada, dada por la bruja a Blancanieves antes de casarse. Pero, ¿no es por aquel envenenamiento que el cuento tiene sentido y que Blancanieves tuvo la oportunidad de conocer a siete enanitos que le cambiaron la vida, antes de estar para siempre con una sola persona, convirtiendo a la bruja en la mejor organizadora de fiestas para despedidas de solteras?
Por último, aunque exista un índice crítico de violencia de género a nivel mundial, aún existimos mujeres que, como decían los carteles feministas del pasado 8 de marzo, “Somos las hijas de las Brujas que libros como el Malleus Maleficarum no pudieron quemar”.
Imagen tomada de: https://dequedadas.wordpress.com/2013/08/02/somos-las-nietas/
SE PROHÍBE LA REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL DE ESTE CONTENIDO SIN AUTORIZACIÓN PREVIA DE SU TITULAR.
Las opiniones expresadas en la presente columna no representan la visión o pensamiento de la pagina web De Voz A Voz, por tanto nos salvamos de cualquier responsabilidad o inconformidad con la columna o el autor.
Términos y condiciones en: Queremos publicarte | De Voz A Voz