Por: Laura Almeciga
Creo que todas las personas en este mundo tenemos por lo menos un complejo o inseguridad que nos da miedo mostrar ante los demás, y aunque a veces ese miedo puede ser el motivo que nos permite seguir adelante para intentar vencerlo, también puede ser la razón por la cual no nos permitimos ser nosotros mismos y dejar florecer nuestra propia esencia, debido a que en algunos casos eso que en el fondo somos puede estar en contra de nuestras tradiciones culturales y familiares o por lo menos cuando no lo enfrentamos, suponemos que es así , por ejemplo el estar “dentro del closet” con una orientación sexual o identidad de género que no se alinean a la hetero normatividad siendo de una familia o un contexto muy conservador, el querer dedicarse a estudiar algo diferente a lo que han hecho tus ancestros durante toda su vida, el enfrentarse siendo una mujer que decide sobre su cuerpo y sobre si misma ante una sociedad patriarcal, el no sentirse cómodo en un lugar de trabajo, estudio, de amigos o pareja pero seguir ahí por la necesidad ,el qué dirán de las personas o incluso la costumbre, el ser muy delgada o muy gorda, el muy ser alta o muy bajita y así sucesivamente. Sin embargo, una vez que te das cuenta de que todos tenemos por lo menos un aspecto de nosotros que va en contra de todo y nos hace especiales, entra la frase ¡Al carajo con el mundo!, que vendría teniendo el mismo poder que tiene la coma , en este hermoso texto de Julio Cortázar, que dice así:
Una coma puede ser una pausa. O no…
No, espere.
No espere.
Puede hacer desaparecer su dinero.
23,40
2,34
Puede crear héroes…
Eso solo, él lo resuelve.
Eso, solo él lo resuelve.
Puede ser la solución.
Vamos a perder, poco se resolvió.
Vamos a perder poco, se resolvió.
Cambia una opinión.
No queremos saber.
No, queremos saber.
La coma puede condenar o salvar.
¡No tenga clemencia!
¡No, tenga clemencia!
Finalmente, esta conocida genialidad autoral de Julio Cortázar:
Lean y analicen la siguiente frase:
“Si el hombre supiera realmente el valor que tiene la mujer andaría en cuatro patas en su búsqueda”.
Si usted es mujer, con toda seguridad colocaría la coma después de la palabra mujer.
Si usted es varón, con toda seguridad colocaría la coma después de la palabra tiene.
Y aunque no sea de Julio Cortázar, el punto final y los puntos suspensivos también tienen su importancia…
Sin embargo, adicionándole algo más al poder que le da Julio Cortázar a la coma, quiero decir, que este signo de puntuación en nuestra vida emocional, representa ese pequeño momento de pausa en el que nos cuestionamos todas nuestras inseguridades, decimos al carajo con el mundo y seguimos adelante, porque a pesar de que en medio del caos pensemos que estamos cerca al punto final, siempre hay una coma esperándonos, así que manda al mundo al carajo, prueba tu comida favorita, estrénate esa nueva camisa, canta a todo pulmón, baila y vive, siempre y cuando sea respetando la existencia de los demás.
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