Por: Daniel Chaparro
Antes que nada sé que el título ya causa un gran murmullo y la siguiente columna es opinión única y exclusivamente mía.
Faltan menos de dos años para una nueva jornada de elecciones para presidente y otros cargos públicos aquí en Colombia, en la tierra del sagrado corazón donde cada cuatro años parece que es la única época donde la clase política se acuerda de la gente del día a día (válido para político de izquierda y derecha). La lista de precandidatos parece larga y extensa, aunque no se sabe de candidaturas oficiales si se han mencionado algunas precandidaturas.
Destacan como la de Camilo Romero e Iván Marulanda por parte del Partido Verde, también la de Gustavo Petro por parte de la Colombia Humana y La Unión Patriótica, también la de Alexander López Maya por parte del Polo Democrático, Sergio Fajardo por Compromiso Ciudadano, Jorge Robledo por MOIR, Paola Holguín por parte del Centro Democrático y también las candidaturas independientes de Francia Márquez, Rodolfo Hernández, Federico Gutiérrez y Juan Manuel Galán. Pero sin dudar la que más me llamó la atención de todos estas campañas y nombres es la de Juan Manuel Galán, pero, ¿Quién es Juan Manuel Galán?
Es un Politólogo, hijo del excandidato presidencial Luis Carlos Galán. Destacan sus tres elecciones al Senado de la República durante los períodos 2006-2010, 2010-2014 y 2014-2018. Sus estudios van enfocados a las políticas internacionales los cuales le han podido otorgar debates cómo; la evaluación de la política colombiana en el exterior, relaciones internacionales con Francia, China y la Unión Europea, también estuvo presente en los casos de demanda por el territorio marítimo de Nicaragua a Colombia y también en los acuerdos por parte de Colombia y EE. UU. por las bases militares en territorio nacional.
Su experiencia en el senado, destacan cosas como que fue el principal vocero por parte de la oposición en el Senado en contra del presidente de ese entonces Álvaro Uribe, realizando varios debates de control político, el más importante denunciando los falsos positivos o ejecuciones extrajudiciales por parte del Ejército contra jóvenes en el municipio de Soacha, Cundinamarca, en este debate la misma Fuerza Pública pidió perdón a las víctimas. También destacó su conducta en cuestión de drogas y narcotráfico dando a entender que se necesita un cambio total en las políticas antidrogas que ejerce Colombia hoy en día que reprime la oferta y el consumo de alucinógenos, radicó por primera vez el proyecto de ley para incorporar al Plan Obligatorio de Salud la adicción a las sustancias psicoactivas.
En su segundo mandato del año 2010 al 2014 fue autor de dos proyectos de ley como: la adicción a sustancias psicoactivas debe de ser reconocida como una enfermedad crónica, de alto costo y en consecuencia, se ofrezca atención dentro del sistema de salud y la otra iniciativa es el desarrollo de una política de seguridad fundamentada en los principios de monopolio de la fuerza por parte del Estado y el respeto a los derechos humanos.
En este mismo mandato denunció y llevó a debate al entonces Ministro de Agricultura Juan Camilo Restrepo advirtiendo los enemigos que tenían en ese entonces la restitución de tierras como, terratenientes improductivos, grupos armados ilegales, narcotraficantes y políticos de la gran elite. Fue el abanderado de la lucha contra la corrupción en el sistema carcelario del país, denunció las irregularidades que afectan al sistema de cárceles y el sistema penitenciario colombiano. También señaló el uso del fuero sindical para eludir la justicia, y la forma cómo el servicio de telefonía facilita la extorsión desde la cárcel.
Sin duda Juan Manuel ha hecho cosas significativas durante su cargo de senador, destaca su lucha por los derechos de gente con incapacidades en Colombia, también ha denunciado a las BACRIM y su incidencia en la política, denunciando a políticos que tenían vínculos y seguían operando financieramente con paramilitares. Ha sido alguien que se destaca más por sus hechos que por sus discursos, no es como cualquier político que son muy buenos para hablar y malos para ejecutar. Tenemos que entender que no podemos vivir en el pasado que la política del siglo XXI no es la misma que la del Siglo XX, necesitamos líderes que sus actos hablen por sí solos.
También hay que despegarnos de la figura de Luis Carlos, basta con escuchar a Juan Manuel para entender que también tiene una gran oratoria y que es muy diferente a su papá no en cuestión de ideales si no en la forma de expresar sus ideas, pero créanme que votar por Juan Manuel para el 2022 tendría el mismo impacto que haber elegido a su padre, que sería igual o mejor de lo que pudo ser Luis Carlos Galán cómo Presidente y muchas veces no hay que dejarse llevar porque su nombre pertenece a una familia vinculada a la historia política del país.
Para el 2022 hay que dejar esa división política entre Uribismo y Petrismo que al final de cuentas es la misma cosa, adoran e idolatran a un político como si fueran el salvador de Colombia, el peor error que se puede cometer es votar por alguna de estas dos personas para el 2022, el cambio hacia una mejor Colombia está en sus manos hay una baraja de candidatos interesantes que pueden hacer mucho más que los líderes de estas "sectas". Pero sin duda mi intención de apoyo para el 2022 es Juan Manuel Galán.
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